Gramsci se ha granjeado las simpatías del “mundo revolucionario” contemporáneo y también las del mundo reaccionario, que libran tremendas batallas entre sí por obtener el derecho exclusivo a ser su discípulo. Olvidemos a los reaccionarios y veremos que, curiosamente, para la izquierda gramsciana el eje central sobre el que gira la obra de su ideólogo es su actualidad, entendiéndola como…